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Un punto de ventaja, 7 partidos por jugar y el Milán deja la punta del calcio para dársela a la Juventus. En la fecha 31 de la serie A de Italia el equipo de Massimiliano Allegri se enfrentó a una Fiorentina que pelea por no descender. Con Juan Manuel Vargas en la banca de suplentes, los violetas dieron el golpe de la fecha y seguro que le hicieron el sábado a las casas de apuestas, la Fiorentina ganó por 2 goles a 1 en el Giuseppe Meazza frustrando aún más al Milán. Después de ser eliminados en la Champions League, lo que esperaban los hinchas rossoneri era una victoria en el torneo local para seguir punteros y ya no soñar con Messi y compañia, pero no fue así. Fue un partido parejo donde lo justo, a mi entender, hubiera sido un empate. Un Milán cansado, por el trajín de la Champions, que jugaba ya sin ideas encontró el primero gol del partido a los 31 minutos, Zlatan Ibrahimovic de penal fue el que convirtió. Pero apenas comenzando el segundo tiempo, con una defensa dormida, Jovetic pone el gol del empate gracias al pase de De Silvestri. Con un Milán volcado al ataque pero solo con ganas, la Fiorentina cerró el partido a los 89 minutos con gol de Amaurí. De esta forma se dio la sorpresa del sábado, a Massimiliano solo le quedaba esperar el partido de la Juventus, para seguir sonriendo o cerrar una semana para el olvido.
La vieja señora ya sabía lo que pasó en el Giuseppe Meazza, así que era ganar o ganar en el Barbera al Palermo y así fue. En los primeros 45 minutos de juego la Juventus salió con todo a revolcar a un Palermo totalmente pobre tanto técnicamente como tácticamente. Sin embargo el marcador no se abriría hasta el minuto 56, gracias a un córner bien ejecutado de Pirlo para que la cabecee Bonucci y sea el gol de felicidad para los hinchas de la Juve y a la vez el gol de tristeza para los rossoneri. Luego de este tanto el equipo de Palermo trató de reaccionar creando una ocasión clara de gol pero que no pudieron convertir, seguido de un contragolpe dirigido por Matri que la tocó en el momento justo desde la medio luna a Quagliarella para que anote el segundo gol del encuentro a los 69 minutos. Contra golpe mortal y liquidamos el partido,con el 2 a 0 a favor, el equipo de Antonio Conte se cerró bien atrás, congeló el partido y no arriesgo más, sabían que habían recuperado la punta y no estaban dispuestos a perderla.
Como es arriba es abajo dice un antiguo refrán, pero para el Milán como es arriba no es abajo.
Por Alvaro Lopez T.
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